Como en los documentos aparecía la dirección fue allí y comentó a las personas que vivían en aquella casa que había encontrado aquel bolso. Y los dueños estaban felices de que aquella chica les hiciera el favor de devolverle el bolso. De recompensa le dieron una bicicleta y fue la niña más feliz del mundo.
Alba Salinas (3ºA)